Cuando no vemos el partido entero

A raíz del último compartir sobre como la vida se abre paso a su propio ritmo y forma, alguien devolvió en uno de los grupos, que a veces rechazaba esta idea al ver el sufrimiento aparentemente gratuito por el que transitaban algunos seres o situaciones.

Cuando leí el mensaje de esta compañera y el rechazo que le suscitaba esta idea, de alguna manera se me quedó dentro. ¿Como darle sentido a estos momentos de incomprensión sobre las propias situaciones dolorosas o las situaciones dolorosas que pasan muchos seres vivos e incluso la naturaleza?

Esa misma tarde, buscando algo que ver en la tele, encontré que estaban echando un partido de balonmano que la selección española había jugado la noche anterior y del que yo sabía que su resultado había sido la victoria del conjunto nacional por una diferencia de un gol. Intrigado por como se había desarrollado el partido me quedé viéndolo.

A pesar de que España perdía por momentos, luego volvía a igualar para finalmente ponerse por delante, yo no me sentía nervioso. Sabía que había ganado y por lo tanto estaba relajado. En el otro lado estaban los comentaristas que habían vivido el partido en tiempo real, gritando cada gol, sufriendo por cada gol que nos metían, jaleando al equipo, quejándose de las decisiones incomprensibles de los árbitros…

Y entonces me surgió una reflexión sobre el tema de aquello que es horrible y/o doloroso y nos cuesta o de plano, no podemos aceptar por incomprensible. ¿Y si la vida fuera como este partido de balonmano? ¿Y si pudiéramos ver por una rendija al futuro y comprender que lo que está ocurriendo es algo que tenía que ocurrir por un “bien mayor”? ¿no viviríamos de una forma más relajada, sabia y compasiva?

Yo pasé por dolor crónico intenso durante 16 años. Fueron momentos tremendamente intensos de convivencia con el dolor y con la sensación de sentirme totalmente desorientado y desesperado sobre el porque o el para que de esa vivencia que transitaba. Hoy, miro hacia atrás y digo sinceramente: si no fuera por esa situación que experimenté quizás no hubiera salido de la ignorancia y la contracción a diferentes niveles en la que vivía.

No digo que sea fácil vivir en la postura de “No Sé” ante situaciones dramáticas. Se requiere de una enorme humildad y fortaleza para abrirse a lo que no se puede comprender pero resistirse o enfadarse con la vida por como se manifiesta en su en sus diferentes formas incomprensibles solo nos genera un enorme sufrimiento.

Incorporar esta postura interna de “No se” es para mí uno de los mayores retos que se presentan en el camino interior.

Por último, les dejo un apunte que me resultó muy revelador cuando lo escuché y considero está conectado con este tema. El maestro Dzongar Kyentze Rimpoche hablando sobre el Karma dijo “El karma es algo muy difícil de tratar porque está influenciado por muchos factores y algunos son subjetivos. Por ejemplo, ¿Qué es buen karma o mal karma? Definitivamente aquello que te lleva a entrar en contacto con la Verdad, eso es buen Karma aquello que te aparta de la Verdad es mal Karma”

Un abraz

Damián Pineda

La vida abriéndose paso

Buenas tardes, esta semana caminaba junto al Castillo de Mata y me di cuenta de lo descuidado que estaba el jardín. Crecían un montón de hierbas, muchas de ellas ya secas, que casi tapaban las pocas plantas que quedaban vivas.

A mitad del recorrido me llamaron la atención unos puntos rojos en medio de todo aquel caos y me dí cuenta que eran unos pequeños tomates. Me quedé totalmente sorprendido y maravillado al ver como la vida a pesar de todas las dificultades (la falta de riego, el descuido de las personas, etc) se seguía abriendo paso.

Esta imagen me sirvió de acicate para comprender que así es la vida; quizás no se presente ante mí como me gustaría; un jardín ordenado, limpio y verde pero a la vida en si misma eso no le importa. Ella se manifestará para mí como considere que es más beneficioso y oportuno. Resistirse al movimiento de la vida es librar una batalla perdida de antemano.

No pocas veces me he visto resistiéndome a lo que la vida me presenta sumando más sufrimiento a la vivencia que estoy teniendo para terminar rindiendome y abriéndome a lo que hay.

En este punto, la práctica de la Atención Plena nos invita a comprometernos día a día con ella para ir generando la sabiduría y la compasión necesarias para cuando lleguen estos momentos imprevistos poderlos responder con aceptación bondadosa.

Con frecuencia cuando reflexiono sobre la aceptación de lo que es me llega este extraordinario y bello poema de Rumi:

El ser humano es una casa de huéspedes.

Cada mañana un nuevo recién llegado.

Una alegría, una tristeza, una maldad

Cierta conciencia momentánea llega

Como un visitante inesperado.

¡Dales la bienvenida y recíbelos a todos!

Incluso si fueran una muchedumbre de lamentos,

Que vacían tu casa con violencia

Aún así, trata a cada huésped con honor

Puede estar creándote el espacio

Para un nuevo deleite

Al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia,

Recíbelos en la puerta riendo e invítalos a entrar.

Sé agradecido con quien quiera que venga

Porque cada uno ha sido enviado

Como un guía del más allá.”

Esta noche habrá luna llena. En algunas tradiciones de la India es una noche muy especial. Te invito a que medites, cantes un mantra o realices alguna práctica con la que te sientas en conexión con tu Corazón.

Un abrazo

Damian Pineda