Aceptar los colores desparramados

Hace unos días durante una de las sesiones de Atención Plena estuvimos dibujando.

Después cada persona tenia que compartir que significaba su dibujo. Mientras se compartía, uno de los participantes quiso darme su caja de colores y en ese momento se abrió y todos los rotuladores se salieron quedando esparcidos por el suelo.

Hubo un impulso por recogerlos por parte de la persona a quien se le habían caído pero como había una compañera compartiendo, le pedí que los dejara tal y como estaban.

Así que la sesión transcurrió con todos esos rotuladores desparramados por el suelo.

Al mirarlos en un momento determinado y ver aquella situación caótica que previamente había aceptado, surgió un pensamiento «que gran enseñanza para la vida…. ¿No seria buenísimo poder vivir las situaciones caóticas de mi vida con la misma aceptación con la que estoy viviendo el desorden de estos rotuladores en el suelo?

A veces nos encontramos que la vida se presenta en formas desagradables y en lugar de fluir con ellas, estamos acostumbrad@s a tratar de resolverlas luchando por cambiarlas, rechazándolas, haciendo como que no existen,… y terminamos totalmente exhaust@s, frustrad@s y/o desanimad@s… Muchas veces para volver a estar en el punto de partida.

La Atención Plena nos propone aceptar la situación tal y como es, dejar que los colores estén esparcidos por el suelo, permitiendo que desde ese espacio de aceptación bondadosa y sin juicio emerja una respuesta que a veces toma la forma mas difícil: acompañarnos o acompañar la vivencia tal y como se presenta.

Un abrazo

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