El mayor regalo: la propia vida

No hace mucho conocí a un matrimonio ucraniano que vive en España aunque sus hijos decidieron quedarse en Ucrania para apoyar a su país.

Ayer les envié un mensaje para ver como se encontraban y la respuesta que recibí fue: ¡Estamos vivos!

La contestación fue como se recibiera un gran golpe en mi cara. Nunca me hubiera esperado una respuesta como la que me dieron y me hizo reflexionar sobre la cantidad de cosas por las que me preocupo, por la insatisfacción por no tener lo que me gustaría o no en la forma que querría. Sin embargo tengo lo mas preciado, La Vida.

Pensé como seria mi experiencia si estuviera asentado sobre este entendimiento: ¡Estoy vivo! La imagen que me vino fue la de mismo sonriendo, agradeciendo cada pequeña cosa, ayudando a otras personas, también me vi bailando y cantando… incluso siendo consciente de mis dificultades en este momento de mi vida.

Por un momento te invito a que te pares y sientas la vida en ti y te repitas internamente «En este momento estoy viv@» No como una mera frase sino como un gesto de humildad al reconocer que tu existencia en este mundo, en este momento, es un regalo que se te ha ofrecido.

Hay un enseñanza budista que dice que la vida humana es tan frágil como una vela encendida colocada a la intemperie… en cualquier momento puede llegar una ráfaga de viento y apagarla.

Desde este entendimiento, se nos invita a realmente aprovechar esta oportunidad que se nos ha dado para reconocer nuestra verdadera naturaleza y hacer de este mundo un lugar mejor.

Un abrazo

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