El sufrimiento de lo imaginario

Hace unos días, mientras leía por la noche, volví a escuchar un ruido que había notado la noche anterior en el exterior de casa.

El primer día no le preste mucha atención pero esta vez, al volver a escuchar el ruido sobre la misma hora, me llevo a hacerle mas caso. Parecía el ruido de un animal raspando algo… ¿podría ser un gato? No, no parecía porque el ruido era demasiado prolongado ¿podría ser un ratón o peor aun una rata? ¿Y si la rata subía por la pared y se metía en la ventana? …

Me asuste ante esta ultima idea y debido a ella me puse inquieto, perdí la concentración por completo en lo que estaba leyendo y no podía dejar de pensar en el animal suelto que había fuera de casa y que se podía meter dentro.

Así que me llene de valor, me levante del sillón y despacio me fui hacia la puerta de la calle.

Había que hacer un movimiento muy rápido si quería ver el animal que estaba rondando nuestra casa… abrí la puerta lo mas silenciosamente posible, encendí la luz exterior y de un salto me puse en el lugar de donde pensaba provenía el ruido….

Para mi desconcierto no halle ningún animal… El ruido al que yo tanto había temido era una cinta adhesiva que había puesto alrededor de una jardinera y que desgastada se había soltado y golpeaba contra el muerte.

Me reí ante la situación y también me hizo reflexionar. ¿Cuantas veces genero ideas adelantadas sobre encuentros o situaciones que han de venir en el futuro? ¿Cuantas veces me preocupo con el «y si…» para luego darme cuenta de que tanto temor y control era innecesario e incluso nocivo?

A comienzos de esta semana volví a enfrentarme a una situación similar. Estando tan cerca en el tiempo pude recordar la enseñanza, pararme y repetirme interiormente «respirando conscientemente y habitando mi cuerpo vuelvo al presente» A pesar de que estaba el movimiento de la mente de moverse hacia adelante, esta vez pude experimentar mayor amplitud y serenidad internas.

En estos momentos de tanta incertidumbre no hay mejor amigo que el cuerpo y la respiración para tomar refugio. Como practicantes somos muy afortunad@s de poder contar con esta posibilidad… Ojala la recordemos y ¡la pongamos en práctica!

«Sal del circulo del tiempo para entrar en el circulo del amor» Rumi

Un abrazo

Damian Pineda